En la vida todos buscamos la felicidad, esos momentos donde olvidamos
todo, donde las preocupaciones dejan de existir y se duermen un rato, reímos, nos
abrazamos pensamos que vale la pena vivir. Pero es pasajero, todo regresa a la
normalidad aceptada, la vida en términos generales regresa a ese caudal de
preocupaciones y acertijos de bifurcaciones entre una opción y otra.
La felicidad para mi ha ido cambiando en el tiempo, ahora la encuentro
cerrando los ojos, pensando en que el trabajo y yo no somos el mismo, que solo
puedo realizar lo que este en mis posibilidades por mostrar los valores de
responsabilidad, integridad y compromiso en el horario de trabajo. Después me
debo al individuo y los valores ahí cambian, amor propio, serenidad, amor por
mis cercanos, tolerancia y paz.
Visto desde otro punto de vista, mi felicidad sos vos y tu nariz, tus
ojos y esa sonrisa que me explota el ser. Tu sonrisa me ilumina por dentro, y que tus manitas blancas alumbran en mis momentos grises y negros (que siguen
ocurriendo), que la felicidad que me das será permanente y que a pesar de las días grises, aburridos y sin sentido, tus besos me regresan al estado certero de la
felicidad, reír y disfrutar.
Siempre fui afortunado, la felicidad y vos caminan de la mano, me
llaman, me levanto… tomo tu mano, y vamos los tres comiendo cada día de nuestra
vida, de la vida que me haces vivir como un ser humano sin Facebook pero muy lleno
de tu energía, que traduzco en adelante como felicidad.